Este fin de semana en Córcega, después en San Remo, Australia y Gran Bretaña. Dos rallies de asfalto y dos de tierra. Ese recorrido es el que le queda al Mundial, y a Carlos Sainz para optar a su tercera corona. El madrileño vuelve a contar como claro aspirante tras su reciente victoria en Chipre, que le dejó a sólo siete puntos del líder del campeonato, el finés Marcus Gronholm (Peugeot). En Córcega, una carrera que se le da bien, pretende reforzar su candidatura.Existen suficientes argumentos para creer en Sainz: su triunfo en la última carrera rompiendo dos años de sequía, el dominio de los Ford Focus sobre asfalto este año y su propia predilección por las pruebas finales del calendario. "Por fin veo la luz", dice el piloto español.
Gronholm encabeza la clasificación y Sainz es cuarto, a siete puntos. Entre ellos se sitúan también los británicos Colin McRae (Ford) y Richard Burns (Subaru). Estos cuatro hombres se jugarán el título, pues el quinto, el actual campeón, Tommi Makinen (Mitsubishi), se encuentra ya a 16 puntos del líder, demasiada desventaja cuando el vencedor de cada rally recibe 10 puntos; el segundo, 6; el tercero, 4; el cuarto, 3; el quinto, 2, y el sexto, 1.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de septiembre de 2000