El capitán del Express Samina, el barco griego que naufragó en la madrugada del pasado miércoles en la isla griega de Paros, en el Egeo, fue acusado formalmente ayer de homicidio negligente. También fueron acusados el segundo de a bordo y otros tres miembros de la tripulación. De ser hallados culpables, los cinco marinos podrían ser condenados a cadena perpetua.Mientras, el violento temporal que azota la zona de la isla de Paros, y las corrientes marinas están dificultando las tareas de rescate del transbordador. El Express Samina, se encuentra hundido a 38 metros de profundidad. Hasta el momento han sido recuperados 64 cadáveres, 14 personas han sido dadas por desaparecidas y el número de supervivientes ha sido cifrado en 448.
El Gobierno griego insistió ayer en que irá hasta el final en la investigación sobre las causas de la catástrofe para que los responsables de la misma sean castigados.
Al timón del transbordador se encontraba en el momento del siniestro un marinero con el piloto automático en marcha, lo que contradice las normas de navegación internacionales que lo prohiben cuando un navío se acerca a puerto. Las primeras conjeturas de los expertos coinciden en que el choque se produjo porque el barco se salió del rumbo establecido sin ser corregido por la tripulación en medio de vientos superiores a los 40 nudos por hora. Según testimonios de pasajeros, el capitán y los otros mandos del barco abandonaron el puente para seguir un partido de fútbol en televisión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de septiembre de 2000