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Pearl Jam edita un disco con su último concierto en San Sebastián

Más de dos horas

25 álbumes dobles. ¿Hay algún artista capaz de publicarlos de una sola tacada? Suena a ciencia ficción, a chiste exagerado acerca de la bien conocida fertilidad y excentricidad de Prince o de Andrés Calamaro, pero el quinteto norteamericano Pearl Jam ha hecho realidad esa proeza. Ha puesto en circulación nada menos que 25 nuevas referencias, pero la jugada tiene truco: se trata de otros tantos conciertos grabados durante su última gira europea. Dicho tour recaló en Euskadi el pasado 26 de mayo y por eso ya se encuentra en las tiendas un disco grabado en la capital guipuzcoana y titulado San Sebastián. La grabación forma parte de una serie llamada The European Bootlegs y hasta el pasado lunes únicamente podía adquirirse a través de Internet (www.pearljam.com). Igual sucedía con otras 24 actuaciones registradas en 22 ciudades (Barcelona entre ellas) de 17 países europeos. Todas forman parte de una audaz iniciativa que supone un paso más en el estrechamiento de relaciones entre el mundo musical y las autopistas virtuales de la información, y cuentan con portadas exclusivas ideadas por Jeff Ament y Brad Klausen.

Además, para ruina de sus fans completistas, de uno a otro disco cambia el repertorio. Concretamente, en San Sebastián sonaron más de 25 canciones que muestran al grupo en un momento de madurez en el que prefiere deleitarse con los desarrollos de las canciones antes que dejarse llevar por el desfase guitarrero con el que muchos identifican al grunge, estilo que fue encumbrado por la banda encabezada por el cantante Eddie Vedder.

Como no podía ser de otro modo él, con su peculiar modo de estirar las sílabas, se colocó al frente de los músicos que subieron al escenario del velódromo Anoeta para ofrecer una velada, de más de dos horas de duración, en la que abundó el rock sosegado e introspectivo y no faltaron raciones más intensas, algo de rabia contenida, relecturas de éxitos propios como Jeremy, Even flow, Daughter y Betterman, ni blues en los bises.The European Bootlegs supone un nuevo paso en el afianzamiento de Pearl Jam entre los grandes del rock. Es así por mucho que les pese a quienes aún la tienen por una de las formaciones más pretenciosas y petulantes del género y a quienes mantienen que no ha superado el listón que se fijó con sus tres primeras entregas: Ten, Vs. y Vitalogy.

Tras ésa última, fechada en 1994, la banda comenzó a madurar trabajando junto a Neil Young y se sacudió numerosos clichés grunges. Desde entonces el quinteto había puesto en circulación otros cuatro trabajos, hasta llegar a los actuales directos, un capricho que sólo pueden permitirse unos pocos, aquellos que ya no tienen nada que demostrar y se entretienen experimentando, aunque sólo sea con los canales de distribución.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de septiembre de 2000