La Audiencia de Lleida ha condenado a una pena de dos años de inhabilitación a un abogado por un delito de prevaricación cometido cuando representaba a una familia que había perdido a su hija en un accidente de tráfico.Le sentencia recoge que el letrado D. T. R. abusó de sus poderes y perjudicó a sus propios clientes al adoptar decisiones sin consultarles.
Los padres de la joven fallecida llegaron a pagar más de un millón de pesetas al letrado por sus servicios y después se enteraron de que éste había rechazado, sin informarles, una indemnización de tres millones ofrecida por la compañía de seguros demandada en el proceso.
D. T. R. también llegó a plantear un pleito por su cuenta contra esta aseguradora, después de que la misma hubiera pagado ya otros 12 millones a los padres de la víctima del accidente. De este nuevo proceso los demandantes no se enteraron de su existencia hasta después de haber denunciado al abogado por sus prácticas.
La Audiencia ha revocado otra sentencia anterior de un juzgado de lo Penal de Lleida que había absuelto al mismo letrado por esta causa, y en la nueva sentencia se le condena, además de a la pena de dos años de inhabilitación, a una multa de 300.000 pesetas y al pago de una indemnización de poco más de dos millones de pesetas a los que fueron sus clientes por los perjuicios causados a lo largo de todas las diligencias procesales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de octubre de 2000