Las ruinas de Pompeya, la ciudad romana destruida por la erupción del Vesubio el año 79 después de Cristo, son accesibles a los visitantes incluso por la noche durante todos los fines de semana de octubre. Un sistema de iluminación especial, instalado por ingenieros del monopolio eléctrico italiano Enel, permite contemplar bajo una perspectiva radicalmente diferente templos, teatros y calles de un amplio sector de la ciudad, sepultada por las cenizas del volcán, que se vislumbra al fondo del paisaje. El proyecto forma parte de una iniciativa denominada Luces para el Arte, que desarrolla desde el año pasado Enel en colaboración con el Ministerio de Cultura, y que ha permitido iluminar varios monumentos en Roma (el último, la Necrópolis vaticana), Toscana y Puglia. Los técnicos de Enel han utilizado luces frías para evitar daños a las ilustres piedras, que nunca han convivido con iluminaciones nocturnas. Las ciudades romanas eran profundamente oscuras de noche y los técnicos se han visto obligados a operar con criterios experimentales. Una serie de focos fijos de gran potencia iluminan el camino hacia el espléndido Pórtico de los Gladiadores, cuyas 74 columnas dóricas reciben la luz de otros tantos puntos de luz enterrados en la tierra, minúsculos como agujas que dibujan tenues sombras sobre la piedra.
El experimento de iluminación incluye, además del pórtico, el Teatro Pequeño, el Templo de Isidis y las calles adyacentes. "La intención es ofrecer al visitante otra visión de Pompeya", explicó al inaugurar la instalación el presidente de Enel, Chicco Testa. No se trata de contraponer la Pompeya de día a la Pompeya de noche sino de ofrecer la visión de las espléndidas ruinas en todos sus matices a los numerosos visitantes.
Pompeya es el único sitio arqueológico italiano gestionado autónomamente por el Departamento de Arqueología de la Administración de Campania, la región a la que pertenece la ciudad. El responsable del mismo, Pietro Giovanni Guzzo, señaló que no hay planes, de momento, de extender la iluminación a toda Pompeya, cuyas ruinas ocupan 64 hectáreas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de octubre de 2000