El Banco Popular y los sindicatos han abierto negociaciones para exteriorizar los compromisos por pensiones de los empleados de la entidad financiera, que actualmente están cubiertos con un fondo interno. La entidad ha decidido que la cobertura se haga a través de un fondo de pensiones de empleo. La negociación, que afectará a unos 11.000 trabajadores, deberá ser rápida, pues el plazo máximo otorgado a las entidades para que aprovechen los beneficios fiscales de la exteriorización acaba el 31 de diciembre. Ni el banco ni los sindicatos han cuantificado el montante de la operación.
El principal obstáculo de los contactos será, tal y como ha ocurrido en otros procesos similares, intentar equiparar el colectivo de empleados incorporados a la entidad antes de marzo de 1980 (que mantienen sus derechos intactos) con los que comenzaron a trabajar después de este año, y que tendrán que negociar en qué porcentaje se les equipara con el resto.
El Popular pretende conceder a los primeros (unos 6.000) un plan de pensiones de prestación definida, según el cual cada trabajador sabe cuánto va a cobrar en el momento de su jubilación, lo que condicionará las aportaciones periódicas de la entidad. Para los trabajadores incorporados después de marzo de 1980 (unos 5.000), el banco pretende crear un fondo de pensiones de aportación definida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de octubre de 2000