Cíclicamente, un programa de sucesos se cuela en la parrilla de cualquiera de nuestros canales, públicos o privados. Ahora le toca a TVE-1, que desde hace dos semanas ofrece, los lunes por la noche, ¿Qué ocurrió?, un espacio dirigido y presentado por Julio César Iglesias que se mueve, obligatoriamente, entre la seriedad que se espera de una cadena pública y el morbo que se le supone a un programa de estas características si no quiere sufrir una eutanasia acelerada. Iglesias, un profesional serio, parece haberse propuesto contagiar su seriedad a ¿Qué ocurrió?, huyendo del habitual rosario de desgracias deprimentes y del catálogo de perturbados que suelen protagonizar este tipo de espacios. Pero el género es el género y es muy difícil huir de ese tono que durante muchos años hizo de El Caso una de las publicaciones más populares de la España negra y de la no tan negra.Como otros programas de temática diferente, ¿Qué ocurrió? incurre en un defecto tan repetido que a estas alturas ya debería haber sido subsanado: la duración. Dos horas son muchas, y llenarlas con una especie de Informe semanal del mundo de los sucesos es complicado, especialmente si la estructura es tan sencilla como la de ¿Qué ocurrió? Nos encontramos aquí con una serie de reportajes, de cápsulas de unos 10 minutos, comentadas, desde el plató, por Iglesias. Unas historias tienen más interés que otras, algunas son más serias que las demás, las hay que podrían ser del interés de Rappel y Paco Porras, y casi todas, aunque sólo sea desde un punto de vista estrictamente humano, tienen su interés.
Historias que pueden captar, en algún momento, el interés del espectador, pero que nos son servidas de forma monótona y poco imaginativa, como si los esfuerzos en pos de la seriedad redundaran negativamente en el resultado. Y no se trata aquí de convertir en un espectáculo la maldad o las rarezas de ciertos ciudadanos, sino de encontrar una fórmula que permita aplicarle al espacio una agilidad, no necesariamente frívola, que por ahora no tiene. De momento, para empezar, una modesta proposición: ¿por qué no reducimos su duración a unos razonables 50 minutos?
("Que ocurrió" tiene una cuota media de pantalla del 11,7%, con 1.100.000 espectadores)
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de octubre de 2000