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Aznar adelanta su llegada a Biarritz para entrevistarse con Simón Peres

El presidente español, José María Aznar, subrayó ayer la necesidad de "enfriar" la espiral de violencia en Oriente Próximo porque, de lo contrario, la guerra será "inevitable". En el mismo sentido se expresó su ministro de Exteriores, Josep Piqué, quien se mostró pesimista sobre la actual situación en los territorios autónomos palestinos. Ambos adelantarán unas horas hoy su viaje a Biarritz para entrevistarse con el ministro israelí de Cooperación Regional, Simón Peres, a quien el primer ministro Ehud Barak ha encomendado la gestión de explicar la posición de su país en la actual crisis. A Biarritz esperan que llegue además un enviado palestino.Aznar añadió que la Unión Europea debe ser capaz de arrancar un compromiso a ambas partes para que cese la violencia. El jefe del Gobierno reconoció que la crisis será un tema "prioritario" en la reunión de los jefes de Estado y Gobierno de la UE.

En su opinión, un acuerdo de paz en este momento es "inviable" y lo más urgente es evitar la guerra. Desde el Gobierno español se cree que la respuesta israelí a los ataques de la población palestina está siendo "absolutamente desproporcionada".

El Gobierno español considera que hay que pensar qué papel puede jugar cada uno. Fuentes oficiosas recuerdan que el principal actor externo en el conflicto, EE UU, es percibido como parcial por parte palestina, en tanto que Francia, actual presidente de turno de la UE, es visto como muy propalestino por los israelíes. Subyace una insinuación sobre el posible papel mediador de España, con buenas relaciones con ambas partes. El titular de Defensa, Federico Trillo, manifestó que España estaría deispuesta a participar en una eventual fuerza de interposición si ésta fuera organizada por Naciones Unidas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de octubre de 2000