Carlos Cano presenta hoy en el Teatro Lope de Vega de Sevilla su disco De lo perdido y otras coplas con el que da por finalizada su antología personal de la copla, una visión particular de esta canción "desde la II República a la transición democrática". "Con estos dos trabajos [el primero fue hace un año, La copla, memoria sentimental, de la que lleva vendidas 150.000 copias] he querido dar fe de mi memoria sentimental y popular, de la belleza y la capacidad de la copla, que ha estado durante 40 años en escenarios de todo el mundo y ha sido reconocida internacionalmente, pese a que hace unos años fue maltratada y menospreciada. Con eso termino esta etapa", dice el cantautor granadino, orgulloso de haber contribuido a recuperar un género que forma parte de la historia de España."Creo que tengo la responsabilidad de haber logrado que la copla vuelva a la memoria de la gente que la tenía olvidada y de darla a conocer a los más jóvenes", comenta Cano, que lamenta la actitud peyorativa que hasta hace poco existía hacia la canción española por antonomasia. "Eso es una tontería, las canciones simplemente son buenas o malas. Ha sido durante muchos años la herramienta emocional del amor y el desamor. Y de eso, los cantantes tenemos que aprender, de la memoria", afirma.
Para el cantante, lo que tenía que decir sobre la copla ya lo ha hecho con este segundo álbum. "Sería horroroso repetirme. Quedan muchas coplas hermosísimas por cantar, pero me parece mucho más interesante escribir mis propias canciones. Es lo que más me apasiona. Hace casi cinco años que no saco un disco con temas nuevos, escritos por mí", señala Cano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de octubre de 2000