El avión saudí secuestrado el sábado y desviado a Irak despegó ayer, con todos sus pasajeros a bordo, del aeropuerto internacional de Bagdad hacia Riad, informaron fuentes oficiales iraquíes. Los 105 ocupantes del Boing 777-200 pasaron la noche del sábado en Bagdad y tenían previsto pernoctar ayer en Arabia Saudí antes de viajar a Londres, el destino que tenían en un principio. Los dos secuestradores son sargentos de las Fuerzas Armadas saudíes y permanecen detenidos en Irak.
La mayor parte del pasaje -entre el que se encontraba un miembro de la familia real saudí- estaba compuesta por ciudadanos de nacionalidad británica. También había un ejecutivo español, Juan Trancho, de 39 años, natural de Bilbao. Los pasajeros no tuvieron sensación de peligro en ningún momento, aunque sospecharon que las cosas no iban como debieran cuando tomaron tierra en el aeropuerto internacional Sadam Husein de la capital iraquí. De hecho, el vuelo tuvo, más o menos, la misma duración que si realmente hubieran viajado hasta Londres. Según relató Trancho a la agencia Efe, "despegamos con normalidad de Yeda, pero poco después vimos en los monitores del avión que la ruta era algo extraña. No supimos que el vuelo había sido secuestrado hasta que llegamos a Bagdad".
A su llegada a la capital iraquí recibieron un buen trato de las autoridades. "La reacción de la gente fue realmente buena, reinó la calma en la medida de lo posible. Las autoridades iraquíes se han portado fantásticamente bien", añadió el ejecutivo español.
Después de ser liberado, el pasaje fue conducido a un hotel de lujo de Bagdad. A cada pasajero se le pidió que no saliera de su habitación, ya que "en cualquier momento" podían ser requeridos para trasladarse al aeropuerto.
Los pasajeros se preparaban ayer para regresar a Yedda desde Irak, país sobre el que pesa un embargo de vuelos comerciales desde la guerra del Golfo en 1991. Posteriormente un vuelo especial les trasladará a Londres, su destino final. Las autoridades iraquíes aseguraron que habían detenido a los dos secuestradores, que no opusieron resistencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de octubre de 2000