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REVISTA DE PRENSA

El juego sin cables

Las telefónicas europeas están en vías de hacer lo que pudiera convertirse en la mayor apuesta en la historia de los negocios. En tres o cuatro años, invertirán más de 300.000 millones de dólares para poner juntas las dos tecnología punta del momento: la telefonía móvil e Internet. La mareante suma se repartirá, casi a partes iguales, entre el dinero que pagarán a los Gobiernos por las licencias y el coste de construir nuevas redes de banda ancha que transmitan datos a gran velocidad. En ningún otro sitio del mundo (...) las apuestas son tan fuertes. (...) Lo que hace que esto sea un salto a ciegas de tan titánicas proporciones es el hecho de que nadie sepa si los consumidores querrán estos nuevos servicios, o por lo menos en qué consistirán éstos. (...) Las deudas crecientes de las operadoras son la principal preocupación, pero otra es la baja aceptación de la tecnología WAP, que ya permite probar el Internet móvil. Las velocidades de conexión bajas y los poco atractivos servicios han proporcionado dos millones de usuarios habituales y no los 10 millones esperados. (...) Pero del mismo modo que los consumidores rechazan nuevas tecnologías como la WAP, pueden sorprender abrazando otras como la de envío de mensajes cortos. (...) Si la tercera generación de móviles demuestra que los incrédulos estaban equivocados, (...) por una vez Europa tomará la delantera a EE UU en la adopción de una tecnología de alta gama y prestigio. (...) El drama de verdad sigue siendo la tremenda apuesta hecha por la industria europea de móviles y la incertidumbre del resultado.Londres, 13 de octubre

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de octubre de 2000