El Ayuntamiento de Torremolinos permitió que la gasolinera ubicada sobre uno de los acuíferos de los que se abastece la localidad funcionara durante 10 meses pese a que conocía que no contaba con la preceptiva licencia de apertura. El decreto firmado el viernes por el alcalde, Pedro Fernández Montes -y ejecutado ese mismo día-, precisamente justifica la clausura y el precinto de las instalaciones en la "inexistencia" del permiso municipal.La resolución fundamenta la medida en "la especial incidencia de la actividad que se viene ejerciendo" y en que sus propietarios no han aportado "la documentación reiteradamente requerida" por el Ayuntamiento.
El gabinete de prensa desconocía ayer las razones por las que en su día no se le concedió la licencia de apertura. IU -formación que desde que la gasolinera comenzó a funcionar denunció que carecía del permiso municipal- dio dos motivos: el pozo de agua del que se abastecen las instalaciones no cuenta aún con el visto bueno de Salud y "presuntamente" carece de conexión con la red de saneamiento. Justamente el cierre de la estación de servicio se produjo horas después de que IU denunciara que vertía aguas fecales a un arroyo próximo al acuífero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de octubre de 2000