La trompeta es uno de los instrumentos más conocidos y populares de toda la música occidental, con una sonoridad y unas posibilidades perfectamente estructuradas desde hace ya más de dos siglos. Una afirmación que prácticamente todo el mundo suscribiría pero que no es del todo cierta. Desde hace algunos años, Axel Dörner se ha encargado de demostrar que esas fronteras tanto sonoras como técnicas no eran más que simples espejismos mantenidos por la tradición y que la trompeta podía viajar hasta terrenos totalmente imprevisibles y sonar, además, como un instrumento diferente. Esta noche en la sala polivalente del Auditori de Barcelona (22.00 horas) el trompetista alemán presentará esa propuesta de búsqueda de nuevas sonoridades en el marco del VII Festival de Músiques Contemporànies de Barcelona.Axel Dörner (Colonia, 1964) ha centrado su trabajo en la creación de un estilo personal de tocar la trompeta basado en la creación autodidacta de nuevas técnicas que han ido aumentando las posibilidades del instrumento.
Para su concierto de esta noche, Dörner ha preparado un programa en el que se mezclan las composiciones propias con obras que jóvenes compositores han escrito especialmente para él, como el neoyorquino Nicolas Collins, los alemanes Siegfried Koepf y Johannes Fritsch y la argentina Ana María Rodríguez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de octubre de 2000