Desde el mes de enero de 1999 hasta el mes de mayo de ese año el sector del comercio español vivió un tenso proceso de negociación para que los bancos rebajaran las comisiones que les pagan los comerciantes por las operaciones efectuadas con tarjeta de crédito.El pulso, que nació a raíz de una iniciativa parlamentaria del PSOE a la que se unió posteriormente la Secretaria de Estado de Comercio, finalizó el 12 de mayo de ese año con un pacto entre ambas partes. Desde ese día la tasa de intercambio máxima que los bancos cobran a los comerciantes por la recaudación con tarjetas pasó a ser de una media del 3,5% desde el 1 de julio de 1999, frente al 5,1% en que se situaba hasta entonces. Además, se estableció un calendario de rebajas paulatinas de tal modo que esta tasa debe situarse en el 2,75% en el primer día de julio de 2002.
Se perseguía pactar la tasa de intercambio que cubre los costes para los bancos de la operativa y que supone el 80% de la tasa de descuento final que aplica al comercio. La tasa de descuento definitiva no se puede fijar porque está en contra de la competencia y porque depende de los acuerdos de cada banco con cada comercio o sector.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de octubre de 2000