La Audiencia Provincial de Madrid juzga desde ayer a F. B., un ciudadano yugoslavo nacido en Pristina, acusado de asesinar a un compatriota suyo el 2 de enero de 1997 en el número 43 de la calle de Antonio López, en el bar Cactus. En su comparecencia ante un jurado popular, F. B. negó los cargos y aseguró que el día de los hechos sólo intervino para "mediar en una pelea" y que la acusación de la que es objeto es "una trampa".El fiscal pide para F. B., de 24 años, una pena de 18 años de cárcel por el delito de asesinato y una indemnización de cinco millones de pesetas a los familiares de la víctima, S. O.
El representante del ministerio público asegura en sus escritos provisionales que el 2 de enero de 1997, y "sin mediar ninguna discusión", F. B. asestó varias puñaladas a su compatriota, una de ellas en el tórax izquierdo, lo que le causó la muerte. La defensa, por su parte, pide la absolución, por considerar que no existen pruebas "suficientes".
Durante la explicación de sus conclusiones, el fiscal resaltó el hecho de que no se ha encontrado el cuchillo que causó las heridas a S. O. "No hay prueba directa y por eso este caso va a parecer más complicado de lo que es", señaló ante el tribunal el representante del ministerio público.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de octubre de 2000