Los sindicatos CC OO y UGT acusan al Gobierno de mantener bloqueado el diálogo sobre las pensiones, y de condicionarlo a que se logre un acuerdo sobre la reforma laboral entre la patronal CEOE y las centrales. Ésa es la interpretación que hacen de los continuos llamamientos del presidente José María Aznar a que los agentes sociales cierren un pacto en torno al mercado laboral antes de que concluya este año.Las dos centrales pedirán mañana, jueves, a los responsables de Trabajo que aclaren si existe esa vinculación en la reunión que ha convocado el secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps, con patronal y sindicatos para abordar la renovación del Pacto de Toledo sobre pensiones. Para los sindicatos, esta mesa de diálogo es autónoma y sí tiene una cierta urgencia, ya que algunos de los eventuales acuerdos se deben plasmar en enmiendas parlamentarias a los Presupuestos de 2001, para lo que el plazo límite es el próximo mes de diciembre. En cambio, para la discusión sobre el mercado laboral, su fecha de referencia es mayo de 2001, que es cuando concluye la vigencia de los pactos de 1997.
El propósito de los dirigentes sindicales es plantear hoy a Trabajo que intensifique el debate sobre pensiones, ya que esta mesa de negociación no se reúne desde el mes de agosto. A juicio de las centrales, la práctica paralización de ese diálogo no tiene ninguna justificación dado que la mayoría de los puntos que se deben abordar están esbozados y dependen de la voluntad del Gobierno de dar luz verde.
Es el caso de la separación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social, la solución depende de que se precise el número de años en los que el Estado asumirá el complemento a mínimos de las pensiones (más de 600.000 millones de pesetas) y, en consecuencia, que deje de pagarse a partir de las cotizaciones sociales. Una decisión compatida por los agentes sociales, aunque el objetivo de la patronal es liberar recursos para poder aplicar una rebaja de las cuotas y el de los sindicatos para mejorar las prestaciones sociales.
También está pendiente la discusión de las aportaciones al Fondo de Reserva de las futuras pensiones. El Gobierno ya ha decidio aumentar la actual dotación de 100.000 millones de pesetas con otros 90.000 millones a cuenta de los presupuestos del año próximo, mientras que las centrales pretenden mejorarlo con el superávit que habrá este año y que ellos estiman en cerca de 400.000 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de octubre de 2000