El juez y la fiscalía han acusado al joven que el pasado 10 de septiembre mató de un disparo en la cabeza a un ciudadano español de origen magrebí en la calle de Aribau de Barcelona de actuar por un móvil racista. Al mismo tiempo, el magistrado considera el enorme daño causado por el crimen y exige al principal acusado, D. C. A., el pago de una fianza de responsabilidad civil de 100 millones de pesetas. En su resolución, el juez también acuerda el archivo de la causa para los otros seis jóvenes detenidos en relación con este crimen y que fueron acusados de los presuntos delitos de encubrimiento y de omisión del deber de socorro.Cuatro de estos seis jóvenes fueron detenidos al cabo de dos días de cometido el crimen, mientras que otros dos se entregaron a la policía el 26 de septiembre.
Los hechos sucedieron cuando el presunto autor del asesinato, D. C. A., salió de un bar de la calle de Aribau de Barcelona en compañía de sus amigos, los otros seis arrestados. En ese momento, pasó por su lado la víctima, Hamid Saada Oualili, de 37 años, y D. C. sacó su revólver y le disparó en la cabeza.
La policía descartó en un primer momento el móvil racista y consideró que los detenidos eran "delincuentes habituales".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de octubre de 2000