El Banco Popular no arroja la toalla en la pugna por consolidarse como el tercer punto de referencia del sistema bancario español. Un mensaje que, puesto negro sobre blanco en su nota pública de presentación de resultados, cabe interpretarse como que está dispuesto a ganar tamaño tanto por su plan de apertura de sucursales como mediante alguna adquisición. Los beneficios del banco hasta septiembre aumentaron un 13,1%.
"La estrategia de crecimiento con rentabilidad en la que el grupo está empeñado garantiza la continuidad como la bipolaridad del sistema bancario". Esta frase, incluida en un lugar destacado del comunicado público en el que el Banco Popular detalla los resultados obtenidos en los nueve primeros meses del ejercicio, fue interpretado ayer como un nuevo mensaje de que el grupo que copresiden Luis y Javier Valls no se ha olvidado de ganar tamaño.Fuentes de la entidad explicaron que entre este año y el próximo abrirán unas 170 sucursales y que pretenden seguir el proceso hasta unas 2.300, cuando a finales de septiembre tenía 2.058 oficinas.
Esas mismas fuentes no descartaron que ese aumento de tamaño se pueda hacer mediante "una compra si hay buena oportunidad".
El Popular se postula así como alternativa al BSCH y al BBVA justo en un momento en el que el Banco Sabadell, tras su pacto con La Caixa y la incorporación a su grupo del Banco Herrero, empieza a acercársele en tamaño.
Los resultados del Popular en los nueve primeros meses del año arrojaron un beneficio neto atribuido (descontando el destinado a minoritarios) de 60.737 millones de pesetas, con un alza del 13,1%.
Las cuentas del banco presentan un fuerte aumento del volumen de negocio, un incremento notable del número de clientes (se acercan a los cuatro millones) y un alza de los márgenes que en todos los casos presentan un crecimiento por encima de los dos dígitos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de octubre de 2000