Amnistía Internacional considera que existe un error en sectores del País Vasco que piensan que el problema de la tortura "se ciñe a personas relacionadas con el mundo de ETA", ya que en España alcanza también a inmigrantes, grupos étnicos y pequeños delincuentes. Representantes de esta ONG en Euskadi y el presidente de la sección estatal, Andrés Krakenberger, presentaron ayer en Vitoria una campaña internacional contra la tortura y pusieron de relieve que en España esta práctica "no es sistemática, pero sí persistente", y se produce en los periodos de incomunicación de los detenidos.Amnistía cree que existe una "impunidad de facto" por la lentitud de la justicia y el escaso éxito de las denuncias. Además censuró que agentes condenados por torturas sean condecorados, como los tres guardias que torturaron al etarra Kepa Urra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de octubre de 2000