De cuando en cuando leemos cartas con quejas sobre el funcionamiento de Correos. Hoy quiero contar que he recibido una postal remitida desde el Kilimanjaro (Tanzania); mi amigo Rolf, suizo, no debía recordar mi dirección así que se ha limitado a escribir mi nombre y apellido y después Jávea, España. Algún desconocido cartero se ha preocupado en dirigirla hacia aquí, y en mis manos la tengo. Gracias, tronco.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de octubre de 2000