Por parte del Gobierno, el debate de ayer en el Congreso de los Presupuestos para el año que viene terminó como había empezado: con altas expectativas de bienestar y crecimiento. El propio presidente del Ejecutivo, José María Aznar, declaró al terminar la sesión que esas cuentas "marcan un hito en la historia económica de España" al garantizar el equilibrio presupuestario, que traerá consigo más creación de empleo y una bajada de impuestos. Sobre los malos augurios de la oposición respecto a las expectativas económicas en el contexto internacional, el presidente apuntó: "Si eso ocurriera, gracias al saneamiento de la economía española y a que España crece más que cualquier otro país de la Unión Europea, un 6% el año que viene, tenemos margen suficiente para hacer frente a esa crisis".
Está tan claro que los populares no ven nubes en el horizonte económico que el portavoz del Grupo Parlamentario del PP, Luis de Grandes, estuvo incluso más más exhaustivo que el propio ministro de Hacienda en la exposición de las bonanzas que aguardan a la economía española.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de octubre de 2000