La mayor parte de los 20 hospitales que encabezan la lista de Iasist están dotados de autonomía de gestión, sea como fundaciones, consorcios, empresas públicas u otros regímenes similares. Su financiación, sin embargo, es pública. De hecho, de los 140 centros sometidos al estudio, 139 están financiados por las arcas públicas. La lista, por tanto, respalda un modelo de gestión más descentralizado y autónomo en la toma de decisiones.
MÁS INFORMACIÓN
Dentro del grupo de los "hospitales generales pequeños", los cuatro mejores en la lista son hospitales comarcales catalanes, en su mayoría regidos por fundaciones, consorcios o empresas públicas. Se trata del Comarcal de l'Alt Penedés (Villafranca del Penedés, Barcelona); Sant Jaume (Olot, Girona), Palamós (Girona) y Pius Hospital de Valls (Valls, Tarragona).En el conjunto de cabeza dentro de los "hospitales generales medianos", figuran otras tres entidades autónomas: el Hospital de Poniente de El Ejido, en Almería (una empresa pública); el Hospital Manacor de Mallorca (una fundación) y la Fundación Sanitaria d'Igualada, en Barcelona. Además, aparece una clínica privada concertada con la Administración, la Unitat Coronaria de Manresa (Barcelona).
Entre los grandes hospitales también figuran en la lista varios que están dotados de autonomía de gestión, sobre todo consorcios, como la Creu Roja de Catalunya, el Hospital de Mataró, el General de Vic, el Hospital de Sabadell y el de la Santa Creu i Sant Pau.
El estudio también destaca algunas comparaciones entre los 20 mejores españoles y los 100 mejores de Estados Unidos. Aunque en ambos países los centros de la lista muestran mejores resultados que el resto, los porcentajes de mejora son inferiores en España que en EE UU. La consultora cree que este hecho se debe a que la lista española supone un porcentaje mucho mayor del total de hospitales que la lista norteamericana (uno de cada seis frente a uno de cada 60). Por lo demás, los 20 centros españoles se parecen a los estadounidenses en que tratan a pacientes más complejos, muestran menores índices ajustados de mortalidad y de complicaciones (ambos corregidos por el riesgo) y un mejor uso de las camas, con menores estancias medias.
Los hospitales españoles muestran una mayor ocupación que los de EE UU, probablemente debido a que, en este último país, sólo ingresan los pacientes más complejos. La mayor exigencia estadounidense a la hora de justificar un ingreso conlleva una mayor reserva de los hospitales para los casos que requieren una mayor intensidad de atención.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de octubre de 2000