El conflicto entre Parlamento Europeo y el Consejo por encontrar fondos para la reconstrucción de Serbia está servido. La Eurocámara adoptó ayer en Estrasburgo en primera lectura el proyecto de presupuesto de la Unión Europea para el año 2001. El techo de gasto en política exterior se ha alcanzado y no hay dinero suficiente para ayudar a Yugoslavia a recuperarse tras la guerra con la OTAN. Tampoco para financiar los programas de cooperación con el área mediterránea. El Parlamento Europeo pide con la boca cerrada que se revisen los acuerdos de Berlín, de lo contrario amenazan con bloquear el presupuesto y romper el acuerdo interinstitucional.
La falta de previsión de los Quince durante la recta final de la negociación de la Agenda 2000 sigue creando problemas. Con la caída del poder de Slobodan Milosevic ha surgido una nueva prioridad: es necesario ayudar a la reconstrucción y la democratización de Yugoslavia. La Eurocámara insiste en que "no hay fondos" y considera que es "una necesidad política" revisar el límite máximo de gasto previsto para acciones exteriores, sin tocar el resto. La Comisión va en la misma línea. "El presupuesto de política exterior está demasiado circunscrito y hay que encontrar los fondos", declaró la comisaria europea de Presupuesto.
Pero el Consejo se opone a una revisión de las perspectivas financieras. El Parlamento Europeo confía en poder llegar a un acuerdo con los Quince para destinar más dinero a Serbia, manteniendo el resto de las prioridades. La otra opción que maneja es proceder a recortes para redistribuir el gasto. La Eurocámara está dispuesta a romper sus acuerdos con el Consejo o rechazar el presupuesto si no se obtienen esos fondos.
"El Consejo nos fuerza a hacer una elección", declaró la ponente del informe de presupuesto, Jutta Haug, "porque hemos llegado al techo máximo y no sé como vamos a poder seguir ayudando a los Balcanes si no se aumenta la ayuda financiera", añadió. Los populares y liberales se oponen a la revisión de los acuerdos de Berlín y son partidarios de que el Consejo se comprometa a mejorar la eficacia de la ejecución de las ayudas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de octubre de 2000