El fabricante de automóviles japonés Honda ha decidido aplazar su proyecto para producir un pequeño vehículo del segmento B en su factoría británica de Swindon, en la que, como contrapartida, incrementará la producción del todoterreno CR-V, que se exportará a Estados Unidos. Un portavoz de la compañía explicó ayer que esta iniciativa se enmarca dentro de la estrategia de restructuración de Honda en Europa, que responde principalmente a la necesidad de hacer frente a los efectos negativos de la debilidad del euro. Así, el fabricante nipón prevé incrementar hasta 250.000 unidades anuales la producción en su planta de Swindon, con la construcción de una fábrica adyacente que contará con 1.000 trabajadores y entrará en funcionamiento en 2001.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de noviembre de 2000