La policía ha desarticulado una organización que se dedicaba a llevar a Santander y Gijón a mujeres colombianas a las que mantenían en situación de detención ilegal y coaccionaban para ejercer la prostitución. La red de trata de blancas estaba compuesta por ocho personas, cinco de las cuales han sido detenidas en Santander y las tres restantes en Gijón, según informó la Jefatura Superior de Policía de Cantabria. Los detenidos son C. R. V., de 45 años, nacida en Colombia y con nacionalidad española, considerada la jefa de la trama; su hermana A. R. V., de 60 años, y su hijo, J. E. R. R.,de 24 años, ambos residentes en España; P. A. H. M., de 25 años, también colombiana y esposa de este último; y F. E. G., español de 51 años, quien trasladaba a las mujeres. En Gijón han sido detenidos J. M. V. B., de 57 años, propietario de cuatro clubes de prostitución en esa ciudad; J. T. R., de 46 años, y G. R. A., de 41, quienes vigilaban y trasladaban a las chicas desde la casa donde estaban recluidas a los prostíbulos. Las investigaciones se iniciaron el pasado verano a raíz de una serie de denuncias de hispanoamericanas, que aseguraban que se les mantenía encerradas.
C. R.V. y sus familiares contactaban con personas en Colombia para que contrataran chicas "jóvenes y guapas" en aquel país, que llegaba a España como turistas con cartas falsas de invitación, instruidas sobre lo que tenían que decir a la policía española en la frontera de Barajas. Una vez en España, eran trasladadas a clubes de Santander y Gijón, y retenidas en casas donde se les privaba de libertad de movimientos y se les coaccionaba para ejercer la prostitución.
Pasados tres meses, las jóvenes, todavía con mucha deuda por pagar, quedaban en situación ilegal en España. En Gijón se descubrió la existencia de una casa en la que vivían unas 30 colombianas, que sólo podían abandonar el inmueble para ir al club, mientras que en Santander no se ha comprobado la situación de detención ilegal de las mujeres, por lo que únicamente se ha detenido a los responsables de la red. Todos los implicados carecían de antecedentes y han pasado a disposición judicial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de noviembre de 2000