El sindicato de trabajadores de la Administración, CATAC, y la Asamblea de Entidades Ecologistas de Cataluña denunciaron ayer ante la Junta de Residuos de Cataluña la contaminación por mercurio en los hospitales y reclamaron la sustitución de los termómetros que funcionan con este metal por otros electrónicos. Los termómetros que se rompen son, según un estudio de estas entidades, una importante fuente de contaminación. El informe advierte del incumplimiento de los protocolos de recogida de esta sustancia.Cada termómetro contiene un gramo de mercurio distribuido en pequeñas partículas que se expanden con mucha rapidez en el momento en el que el aparato cae al suelo o se rompe y que pueden quedar retenidas en cualquier rendija, desde donde desprenden vapores contaminantes que son inhalados por los pacientes y el personal sanitario. Según CATAC, el hospital del Vall d'Hebron compró el año pasado 44.000 termómetros de este tipo y 8.700 el hospital Trueta de Girona.
El director de la División Hospitalaria del Departamento de Sanidad, Josep Navas, aseguró que los protocolos de recogida del mercurio "son claros" y responsabilizó a los trabajadores de los centros de los posibles incumplimientos. En cualquier caso, aseguró que los termómetros de mercurio desaparecerán de los hospitales catalanes el año 2004.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de noviembre de 2000