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La carpa de atención a las prostitutas se inaugura en medio de la protesta de vecinos del Grau de Valencia

En medio de la protesta vecinal, amenazando lluvia y sin que se avistara prostituta alguna, se inauguró anoche, con todo el boato, la carpa destinada a prestar servicio de atención integral en el puerto de Valencia. Más de una decena de responsables del Ayuntamiento de Valencia y de las consejerías de Bienestar Social y Sanidad hicieron acto de presencia en la carpa que se ha instalado en el parque de Joan Verdaguer. Su objetivo es disuadir a las mujeres que practican la prostitución e informarles de los diferentes servicios a los que tienen derecho para iniciar, según Marta Torrado, concejal de Bienestar Social, "su integración".

Médicos, traductores, psicólogos, trabajadores sociales y técnicos de la Dirección General de la Mujer tienen por cometido salir a la calle y tratar de hablar individualmente con cada una de las jóvenes. Lograr el objetivo es, como dijo Torrado, "muy difícil y muy duro, pero tenemos que intentarlo".

Ese argumento lo utilizó también la concejal para calmar a unas vecinas que protestaban por la instalación de la carpa en el barrio. "Llévensela a la plaza del Ayuntamiento, allí les quedará muy bonita", gritaban algunas mujeres del barrio. Mientras tanto, otro grupo incitaba a visitar la carpa con "Pasen, pasen y vean".

Los vecinos del Grau, que ayer consumieron su último día de permiso oficial para manifestarse por el barrio, alteraron su itinerario y se concentraron durante más de dos horas delante de la carpa. Una decena de agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de la Policía Local, se encargó de custodiar la débil construcción en la que hay tres despachos, calefactores y dispensadores de agua para aguantar las jornadas de lunes a domingo, desde las ocho de la tarde hasta las dos de la madrugada. Hasta cuando permanecerá abierta y cuánto ha costado son, aún, incógnitas.

Antes del acto protocolario, los vecinos mantuvieron una reunión en la que acordaron continuar patrullando por las noches. Asimismo, dos representantes se entrevistaron en la mañana de ayer con una subdirectora de la consejería de Educación. Según un portavoz de los vecinos, "tomó nota de los problemas y aseguró que los trasladaría convenientemente". Y, otro grupo de representantes se reunió ayer con responsables del Cuerpo Nacional de Policía para analizar la situación. De momento, la carpa ha abierto sus puertas con el rechazo de los vecinos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de noviembre de 2000