Ni desarrollo federalista del Estado autonómico ni relecturas de la Constitución. El presidente del Gobierno, José María Aznar, descalificó ayer por igual las propuestas de Pasqual Maragall y de Jordi Pujol para el desarrollo del modelo autonómico y calificó de "aprendices de brujo" a quienes promueven "aventuras que afectan a las instituciones fundamentales". La estabilidad económica a la que tanto ha contribuido la estabilidad política podría resultar perjudicada, dijo Aznar.
Aznar escogió un auditorio sensible a las repercusiones de la estabilidad política en la economía. Lanzó su advertencia contra las propuestas de nacionalistas y socialistas catalanes ante más de mil asistentes a la jornada anual de ex alumnos de ESADE, la escuela de formación de directivos de empresa de los jesuitas, en el auditorio del Palacio de Congresos. Aznar fue claro: se debería ser consciente, particularmente en Cataluña, afirmó, de que "las aventuras y los caminos sin destino conocido, cuando afectan a las normas y a las instituciones fundamentales, tienen efectos demoledores en la realidad económica y social". Y precisó que cuando oye "manejar alegremente términos como federalismo o asimetría que afectan de raíz a la concepción misma del modelo jurídico o cuando uno ve propuestas para leer la Constitución, no con arreglo a lo que dice, sino a lo que a algunos les gustaría que dijera, no puede evitar acordarse de aquel aprendiz de brujo que inició los conjuros sin saber lo que se iba a desatar". "Aquí no estamos en una película, sino en una sociedad muy compleja, cuyo bienestar, aunque está muy bien arraigado, no es indestructible", añadió.
Aznar separó en su discurso la descalificación de las propuestas de Pujol y Maragall de las advertencias que lanzó contra quienes hablan de "superar el marco institucional" y propugnan reformas de alcance indeterminado. Si se hace de forma pacífica, sólo hay que oponerles los muchos argumentos contrarios o los millones de votos que sostienen el orden constitucional. "Más grave es, sin duda", agregó, "cuando las voces trabajan al unísono con las pistolas o los coches bomba". Sobre el atentado terrorista de Barcelona, Aznar dijo: "No vamos a permitir a estos desalmados que siembren el terror."
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de noviembre de 2000