El pasado viernes día 13 de octubre sufrí una caída caminando por la calle de Goya, como consecuencia de un tropezón con un reborde que no debería existir, de una tapa de registro del Canal de Isabel II; dicha caída me ha producido una rotura de la tibia izquierda, así como esguince en el tobillo de la misma pierna. Por todo esto estoy escayolado desde el pie hasta la ingle e inmovilizado en casa.Todo ello, además del dolor y la molestia, me impide atender otras obligaciones, como la de llevar a mi esposa a rehabilitación de una rodilla por prescripción médica.
Mi caída no ha sido casual ni fruto de una distracción, porque escasos diez minutos después de que me levantaran del suelo y me apoyaran en la fachada de la casa cercana, una señora tropezó igualmente en dicho reborde, golpeándose en la cabeza y quedando totalmente postrada. Esta señora fue evacuada en ambulancia al hospital Princesa Sofía, pero es que mientras los viandantes estaban levantando del suelo a la señora y aún no había llegado la ambulancia a recogerla, otro senor tropezó en el mismo sitio, aunque, afortunadamente para él, consiguió no caer.
Con este relato quiero indicar que el tramo de la calle de Goya entre Fuente del Berro y Lombía, en el tramo de los impares, es una "trampa" para los viandantes. El Ayuntamiento, o en este caso, el Canal de Isabel II tendrá que responder de este peligrosísimo abandono, ya que he puesto la denuncia correspondiente.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de noviembre de 2000