El pasado domingo por la mañana pude escuchar, en una emisora de radio pública, cómo un portavoz de la Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid informaba de que la noche anterior cuatro personas de raza árabe habían sido detenidas por participar en una reyerta.Ante dicha información, quisiera puntualizar lo siguiente:
Afirmar que los árabes constituyen una raza es una solemne tontería que carece de todo fundamento.
Sospecho que los detenidos no eran árabes, sino magrebíes. Si así fuera, confundir un árabe con un magrebí denotaría una supina ignorancia.
Que los participantes en la reyerta fueran árabes es un dato absolutamente irrelevante para la noticia. Tan irrelevante como el color de sus ojos, sexo, estatura, creencias religiosas o aficiones culinarias.
Este tipo de discurso sólo contribuye a favorecer la desconfianza y el odio hacia el extranjero.
El Ayuntamiento de Madrid debería ser más cuidadoso en la selección de sus portavoces.- José Antonio Pozo Maqueda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de noviembre de 2000