Ha llamado fuertemente la atención, y ha sido comentada muy favorablemente, la presencia en primera línea, portando la pancarta contra ETA, del arzobispo de Granada, monseñor Cañizares. Después de oficiar en la catedral el funeral por el granadino asesinado junto al juez del Supremo, se unió, en un gesto democrático y hasta ahora un tanto insólito, para, codo con codo con las demás personalidades políticas y civiles de Granada, demostrar, como otros miles de granadinos, su repulsa y condena contra la barbarie terrorista.No tengo memoria de haber visto muchas veces a los obispos españoles en tales manifestaciones en las que el pueblo se vuelca. Así quieren los católicos a sus pastores, como un ciudadano más, comprometiéndose con el sentir de ese mismo pueblo, al que deben servir desde su ámbito de fe cristiana, demandando también en la calle paz y libertad para todos. ¡Que cunda el ejemplo¡- Miguel Rivilla San Martín. Alcorcón, Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de noviembre de 2000