Varios deportistas se han quejardo porque a la nadadora Nina Yivaneskaya le han dejado llevar a su marido a los entrenamientos. Como esa queja surgió cuando Nina ganaba, la federación y los entrenadores le pusieron todo cómodamente para que no se alterase, porque creían que tenía la oportunidad de ganar una medalla en Sydney.Al final, Nina Yivaneskaya no ganó la medalla de oro, ni la de plata, ni la de bronce. Eso pasó porque Nina se acomodó demasiado, no corrió con suficiente esfuerzo en la competición y se quedó en la sexta posición. Creemos que aunque un deportista esté clasificado para unos juegos o campeonato tiene que entrenar igual que si no lo estuviese y con mayor concentración. Así obtendría mejor resultado.- Ane Ugarte y Ane Aguirre. Mondragon.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de noviembre de 2000