José Manuel Porquet Gombau era actualmente presidente del Consejo de Administración del Diario del Altoaragón, pero era, sobre todo, periodista y maestro de periodistas. A los cincuenta años la enfermedad que le rondaba desde hacía años acabó con él, pero su talante y su amor por Aragón y Huesca permanecerán.Oscense, padre de dos hijos, licenciado en Derecho, Porquet Gombau dejó su puesto de funcionario en el Ayuntamiento de Barcelona para regresar a su tierra. Allí, primero como delegado de Heraldo de Aragón y luego como director de Diario del Altoaragón, ejerció de oscense sin provincianismos ni cortedad de miras. Militante de la democracia en años duros, sus artículos y su compromiso eran evidentes, incluso en tiempos en que no era cómodo enfrentarse a la realidad. Más tarde, su Tragaluz, el artículo que diariamente publicaba, era el desayuno imprescindible para las gentes de su provincia.
Maestro de periodistas, luchó por dignificar la profesión, a pesar de que en sus últimos años era empresario. Pero nunca abandonó sus convicciones. Trabajó hasta el último momento. Su amor por la cocina altoaragonesa y por los fogones en general le llevó a publicar libros de divulgación, entre ellos La cocina de los valles pirenaicos, como principal impulsor del conocimiento de Teodoro Bardají, el binefarense precursor de la cocina moderna. Fue enterrado ayer en la Huesca que tanto quería y a la que regresó.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de noviembre de 2000