Un envío con acuse de recibo de Xavi, una finta genial de Rivaldo y un gol de bellísima factura. Todo formó parte de la misma acción, una de las más bellas de la novena jornada, la que se produjo a los 56 segundos de la reanudación del partido y que le dio al Barça los tres puntos en juego en el estadio Insular de Las Palmas. El pase de Xavi rompió la defensa adelantada del equipo canario y la pirueta de Rivaldo, pasando sus piernas alternativamente sobre la pelota y cambiando de lado su posición respecto a ella, dejó visto para sentencia el tanto. El gesto virtuoso de Rivaldo petrificó a Nacho González, el portero del Las Palmas, que ya nada pudo hacer por evitar el sexto gol del brasileño en lo que va de Liga, el 11º de los 24 obtenidos por el Barça contabilizando también la Liga de Campeones.Luego Rivaldo estrelló un balón en el palo y falló otra estupenda ocasión. El goleador, esa vez, la pifió. Ni siquiera remató. Recibió el balón en el vértice derecho del área pero unas centésimas de segundo de duda le hicieron perder ángulo. Aún así fintó y paseó su punto de mira unos instantes más ante la portería canaria hasta que se decidió a pasarle a Luis Enrique. Ya era demasiado tarde. La suerte fue que la pifia no estropeó el valor del golazo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de noviembre de 2000