El aeropuerto de Barajas suspendió ayer 23 vuelos a causa de las malas condiciones meteorológicas reinantes en el norte peninsular. Iberia fue la compañía más afectada al suspender cuatro vuelos a Vigo (dos de ida y dos de vuelta) y otros dos (también ida y vuelta) a Oviedo, A Coruña, León, Valencia y Pamplona. Además se cancelaron las conexiones en ambos sentidos con las ciudades francesas de Niza y Burdeos y con la italiana de Bolonia. Spanair, por su parte, se vio obligada a suspender sus vuelos de salida desde Santiago, Bilbao y Oviedo hacia Madrid. Otros 20 vuelos soportaron retrasos de más de una hora.Más de mil pasajeros se quedaron en tierra o salieron con varias horas de retraso. Iberia reconoce, no obstante, que el número de afectados fue "sensiblemente inferior al de la jornada precedente", cuando 1.500 usuarios de Barajas tuvieron que pasar la noche en los hoteles cercanos al aeropuerto. Algunos de los afectados protestaron por el trato recibido.
Los responsables del aeropuerto de Barajas reconocían a las 19.30 de ayer una puntualidad en el aeropuerto del 84%. Estas cifras sólo reflejan la congestión en el espacio aéreo del aeropuerto, pero no los retrasos reales que sufren los vuelos en tierra, y que no tienen por qué coincidir con los del espacio aéreo. Fuentes de las compañías consultadas calcularon ayer que las demoras afectaron al 30% de los vuelos previstos en Barajas. La pasada noche, según las previsiones meteorológicas del aeropuerto, se iban a producir vientos racheados del Oeste de entre 15 y 25 nudos por hora que podrían dificultar aún más las operaciones en Barajas, aunque no obligará a cancelarlas. Además, la situación "crítica" que soportaban anoche los aeropuertos de A Coruña, Oviedo y Santander hacía prever que a últimas horas de ayer los vuelos hacia estas ciudades también pudieran ser suspendidos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de noviembre de 2000