Miguel Navarro, director general de Terra Mítica, tiene cada día más motivos para sentirse alarmado. Algunos accionistas no ocultan su enfado por la falta de información fidedigna sobre las finanzas de la empresa y los problemas de gestión que se airean en los periódicos. Aún reconociendo los méritos de este directivo en lo atinente a la ejecución de las obras, creen que le ha llegado la hora del relevo. La Revolución, como se sabe, devora a sus hijos.
Pepe Romaní
Pepe Romaní, presidente del Club Náutico de Dénia, habrá de afrontar una moción de censura provocada por sus propias temeridades administrativas. El proyecto de una piscina climatizada ha colmado el vaso de la paciencia, que amenazó rebosar cuando este verano amparó tácitamente las actitudes homofóbicas e ineducadas del secretario de la entidad, duramente contestado por un cualificado número de socios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de noviembre de 2000