Escribo para dar mi opinión sobre el maltrato de los niños. Los niños no tienen la culpa de que los padres no se lleven bien y por eso, beban y peguen a los niños, o aun sin beber. Son maltratados físicamente y psicológicamente; los padres primero empiezan echando la culpa a los hijos de las discusiones y luego empiezan a pegarles; los niños llegan a mentir por sus padres, para que luego, cuando lleguen a casa no se cabreen con ellos, y les peguen. Es verdad que hay teléfonos de ayuda para estos niños, pero no se atreven a llamar, y cuando lo hacen es porque ya están más que hartos de las palizas. Esto no debería ser así. El teléfono debería salir en los intermedios de los dibujos y de series juveniles, y así se darían cuenta del número al que tienen que llamar para darles ayuda tanto a ellos como a sus padres.En estos sitios se encargan de ayudar a los niños maltratados y de cuidarlos. El futuro de los niños se basa en su infancia; si ha sido con maltratos, el niño cuando crezca y tenga su propia familia, seguramente trate igual a sus hijos, porque debe pensar que es así como se debe tratar a los menores.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de noviembre de 2000