Los croatas de Bosnia-Herzegovina se sienten discriminados respecto a las otras dos naciones, serbios y musulmanes bosnios. Para expresar su voluntad de reafirmar su nacionalidad en el país diseñado en los acuerdos de Dayton de 1995, que pusieron fin a la guerra, los partidos mayoritarios croatas convocaron ayer a un plebiscito paralelo a las elecciones generales. Las autoridades de la comunidad internacional, el alto comisario Wolfgang Petritsch y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) declararon ilegal el referéndum croata, pero no impidieron su celebración, fuera de los colegios electorales. El llamado Congreso Nacional Croata, 9 de los 11 partidos políticos croatas de Bosnia-Herzegovina, aprobaron el pasado 28 de octubre una "Declaración sobre los derechos y posición de la nación croata en Bosnia-Herzegovina". Esta declaración, de cinco puntos, exige el respeto a "la igualdad constitucional de las tres naciones". A continuación propone la declaración establecer instituciones croatas culturales, educativas, informativas y de sanidad "en todo el territorio de Bosnia-Herzegovina". Detrás de esta exigencia, los dos partidos croatas que no firmaron la declaración suponen que se esconde la idea de crear una tercera entidad croata en Bosnia-Herzegovina. Esto contradice los acuerdos de Dayton y tiene una cierta connotación con la República croata, que funcionó durante la guerra hasta la creación de la Federación Croato-musulmana, tras el acuerdo de Washington de 1994, firmado por los dirigentes de ambas naciones, Franjo Tudjman y Alija Izetbegovic. El plebiscito se celebraba ayer con normalidad. Los croatas acudían a votar en su referéndum en colegios electorales no muy alejados de los legales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de noviembre de 2000