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CARTAS AL DIRECTOR

Al borde de la quiebra

Polemizar sobre la viabilidad de la Seguridad Social cuando por primera vez en la vida empieza a ser rentable es una manera de entretener al personal. Pero poner en boca de expertos augurios futuribles y criterios puramente contables aplicados al sistema de previsión social es algo que raya en el cinismo.Hasta los menos preparados sabemos cómo han ido las cuentas de la Seguridad Social en nuestro país: gastos asistenciales que nada tienen que ver con la rentabilidad y que deberían ser cargados a los Presupuestos Generales del Estado han sido soportados sistemáticamente por la Seguridad Social. Mientras, por otro lado, se le hacían préstamos desde el Tesoro público para mitigar su déficit y se alardeaba de la benevolencia del Gobierno de turno hacia al sistema de previsión social.

Hacer previsiones en economía a largo plazo es algo que carece de rigor científico. Hoy por hoy, lo único que se sabe es que en España casi nadie cobra la pensión máxima y que, si hubiera que devolver a mucha gente lo que contribuyó durante cuarenta años, con los intereses correspondientes, no habría dinero suficiente en las arcas del Estado para pagarles.

No estarán pensando en quedárselo y empezar de cero, porque eso sí que tiene poco que ver con la economía de mercado.

Puede que la opinión de los expertos no sea tan objetiva como pretenden y se trate de ver hasta dónde aguantan los más débiles. Pero la tuerca no va más. Según las estadísticas que manejan los sindicatos, muchos pensionistas ya están al borde de la quiebra.- Antonio de la Torre Junquera. Madrid.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de noviembre de 2000