"Siguiendo los pasos de Putin", así se llama una excursión organizada por el Museo de Etnografía Territorial de Izborsk, hoy un pequeño pueblo de la provincia de Pskov al que el presidente ruso fue inesperadamente el verano pasado. Vladímir Panov, director del citado museo, es el que guía la excursión a pie por los lugares que visitó su poderoso tocayo. Muchos critican la idea de Panov como un paso más en el naciente culto a la personalidad de Vladímir Putin, pero el director lo ve como una forma de mostrar los lugares interesantes de su pueblo, ya que la ruta que siguió el líder ruso fue la misma que siguen todos los turistas que llegan a Izborsk, incluido el paso bajo un árbol lleno de cintas (representan pedidos que hace la gente) y la visita a las cascadas, que son la fuente de un agua sabrosísima. La excursión es gratis y goza de enorme popularidad. En los 300 metros de la ruta de Putin, Panov quiere poner signos para que los turistas puedan seguir por sí solos los pasos del presidente ruso. Ahora, todo funcionario que visita Izborsk, famoso por las ruinas de la fortaleza que en la Edad Media defendía a Pskov de los ataques de los caballeros teutónicos, se siente obligado a realizar esta excursión. Así, entre los personajes ilustres que han seguido los pasos de Putin en Izborsk, se cuentan el ministro del Interior, Vladímir Rushailo; el comandante de las tropas de paracaidistas, Gueorgui Shpak, y el Defensor del Pueblo, Oleg Mirónov.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de noviembre de 2000