Quiero denunciar una de las muchas situaciones que nos ocurren a los jóvenes cuando salimos a disfrutar de nuestro tiempo libre los fines de semana. La noche del viernes 10 de noviembre decidimos entrar a charlar a un bar de copas situado en la calle de Campoamor, en la zona de Alonso Martínez. Pasada una hora de estar en dicho local se produjo una pelea que, además de tener que soportarla sin razón alguna, nos afectó a nosotros mismos, ya que después de más de media hora de haber ocurrido, un supuesto empleado del pub nos obligó a abandonar la sala sin ninguna explicación al respecto.Tras preguntar a dicho empleado la razón del porqué nos echaba del local nos dijo que él atendía "órdenes" (que es como si no te dicen nada).
Lo más anecdótico del caso es que, tras decidir irnos del local, nos encontramos en la puerta de éste, frente al empleado del local, a los causantes de la pelea ocurrida. ¿Por qué somos siempre los justos los que debemos pagar por los pecadores? Por eso, desde estas líneas pido respeto para aquellos que salimos sólo con la finalidad de pasarlo bien con los nuestros.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de noviembre de 2000