El 14 de noviembre se cumplieron 25 años de la firma de aquellos Acuerdos Tripartitos de Madrid por los que España entregó su colonia del Sáhara occidental a dos nuevas potencias colonizadoras, Marruecos y Mauritania. Una vil negociación con la que España burló las resoluciones de la ONU y la legislación internacional sobre el proceso descolonizador del Sáhara occidental, y burló el derecho de autodeterminación y las aspiraciones legítimas del pueblo saharaui.La situación política en la España de entonces era delicada, con Franco agonizando, y el Gobierno español zanjó el delicado conflicto del Sáhara entregando a los saharauis a dos nuevos invasores, inhibiéndose de su responsabilidad como país colonizador.
No olvidemos que los saharauis tenían carnet de identidad y representantes en las Cortes. Muchos vinieron a hacer estudios universitarios a España; otros, a trabajar. Muchos españoles fueron a hacer el servicio militar al Sáhara o a trabajar en las minas, en la Administración, en la enseñanza o de militares. Muchos lazos familiares y de amistad permanecieron entre unos y otros a lo largo de los años, después de haber tenido que dejar los españoles aquel territorio, en 1975, forzosa y urgentemente.
En estos años, muchos movimientos de solidaridad con el pueblo saharaui han mantenido vivos esos lazos, y han seguido viniendo muchos saharauis a España, ahora en misión de diplomacia y de búsqueda de la solidaridad. Todos los
veranos vienen a España unos 3.000 niños saharauis desde los campamentos de refugiados en el sur de Argelia, en Tinduf.Muchos partidos dan formalmente su apoyo a la causa del pueblo saharaui, y mucha gente de a pie, también. Muchas son las familias que acogen a niños y adultos necesitados de ayuda, y también muchos ayuntamientos y gobiernos de autonomías envían ayuda humanitaria y aprueban resoluciones de apoyo.
A pesar de todo esto, y de saber todos que hay una colonia de unos 300.000 saharauis viviendo en campamentos de refugiados desde el año 1975, bajo unas condiciones extremas de calor y de frío, con una gran escasez de agua potable, de alimentos, de las más elementales medicinas y medios hospitalarios, en España hay una pasividad y una indiferencia general para con los saharauis. En cuanto al Gobierno de España y la comunidad internacional, si no hay intereses claros (estratégicos, económicos) para defender los derechos de un pueblo, pues se ignoran y ya está. Se deja al Estado invasor, Marruecos, que siga infringiendo las leyes internacionales y que se permita el lujo de proclamar, con ocasión del 25º aniversario de la Marcha Verde, que no va a admitir ninguna solución que pase por un referéndum de autodeterminación, que es precisamente la solución del plan de paz de la ONU. La ONU y la comunidad internacional, en unos casos, sí ejercen presión, incluso por la vía militar, para defender los derechos fundamentales de un pueblo, y en otros, como el saharaui, no lo hacen.
Si los españoles de a pie no presionamos un poco en todos los niveles que podamos (en la calle, en asociaciones, en ayuntamientos, en los partidos a los que estemos afiliados, en los sindicatos, en los colegios, con nuestros amigos, vecinos, familia), ¿qué va a ser de los saharauis?- Edelmira Fernández Arias. Oviedo, Asturias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de noviembre de 2000