Los antiguos dirigentes de una hermandad de Rus (Jaén), todos ellos varones, se niegan a entregar el poder a la nueva junta directiva, elegida el pasado mes de mayo, porque en ella hay ocho mujeres, aunque estará presidida por un hombre. Aseguran que no se trata de una postura machista, sino del mantenimiento de una tradición heredada desde hace cuatro siglos. Entre los que apoyan la tradición se encuentra el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Rus, Martín Ruiz, que ayer dijo que "hay cosas que deben ser de hombres y otras de mujeres".La anterior junta directiva impugnó las elecciones ante el Obispado de Jaén, pero éste ha desestimado sus demandas. Aún así, los anteriores gestores de la hermandad del Santísimo Sacramento se niegan a legitimar a la nueva junta directiva. El actual presidente de la junta directiva, Diego Poyatos, pretende acudir a la vía judicial para denunciar esta decisión. El párroco del pueblo, Domingo Pérez, llegó a acudir en septiembre a la Guardia Civil para denunciar un intento de agresión de un dirigente de la anterior junta directiva, que considera al párroco responsable del conflicto. "Es el cura el que ha dividido a la gente. Si él se fuera se acabaría el problema", dijo ayer Martín Ruiz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de noviembre de 2000