La bocana del puerto de Adra (Almería) permaneció bloqueada ayer por la negativa de Unicaja a conceder un certificado de aval que permitiría a 32 armadores iniciar la actividad de una empresa conservera que se ha constituído bajo el nombre de Abdera Fris. Esta cooperativa, que según los primeros estudios de viabilidad está previsto facture unos 1.900 millones de pesetas en su primer año, se presenta como la recuperación de Opepesa, una conservera que quebró dejando 1.400 millones de deudas a sus socios.Ahora esos socios, que han visto cómo los bancos embargan su patrimonio por haber respaldado con su dinero la gestión de Opepesa, han encontrado a un empresario italiano que está dispuesto a reflotar la empresa. Ese empresario es Bruno Bebber, propietario de conserveras en países como España, Italia o Francia.
Sin embargo, Bebber, que está dipuesto a invertir en la nueva cooperativa cerca de 2.000 millones de pesetas, se ha encontrado con la sorpresa de que su operación está paralizada.
Bebber ofece un aval a Unicaja del que responde el Deutsche Bank, pero el problema es que los armadores no han conseguido un certificado que reconozca ese aval por parte de Unicaja.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de noviembre de 2000