Durante los últimos cinco meses he tenido la suerte de vivir sin televisor, alejado de modas, autobuses, planetas raros, prensa rosa y hermanos mayores.Ahora que "he vuelto", me encuentro con una serie de personajes que se han convertido en el centro de atención de revistas, programas de televisión y suplementos. Algo surrealista.
Tipos con cerezas colgadas de las orejas, cantantes de rock pre-histórico con pretensiones de convertirse en líder de opinión, un número uno de las listas de éxitos a ritmo de "No cambies"... Y no sigo porque hace sólo tres noches que tengo televisor. ¿Nos hemos vuelto todos locos, o qué?
Hasta hace poco tiempo creía tener la cabeza bastante amueblada. Empiezo a preguntarme si no soy yo el raro.- Marc Mundet i Riera. Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de noviembre de 2000