El subdelegado del Gobierno en Granada, Alfonso Marín Sicilia, ofreció ayer "disculpas" a los ciudadanos por el excesivo tiempo -unas cuatro horas- que las fuerzas de seguridad mantuvieron cerradas al tráfico el martes pasado varias calles para comprobar si contenía explosivos un coche sospechoso robado por unos delincuentes comunes. Marín Sicilia reconoció que "se pudo hacer la comprobación en menos tiempo" y así lo trasladó a los mandos policiales.El automóvil con las placas cambiadas fue encontrado a las 17.00 horas pero hasta las 21.00, cuando un robot hizo explotar un cebo, la Policía no autorizó el paso de coches y peatones. Durante las cuatro horas de indagaciones se produjo un atasco en el tráfico y cientos de personas vivieron expectantes la manipulación del automóvil.
Al contrario que en otros cados anteriores, la Policía sí solicitó ayuda a la Guardia Civil que utilizó sus perros adiestrados en la detección de explosivos. "Se actuó con rapidez pero con lentitud, es decir, se tardó demasiado en cuanto a los mecanismos de apertura" de las calles. La operación, agregó Marín Sicilia, "fue más lenta de lo que yo esperaba". El subdelegado insistió ayer en que los errores se deben solucionar dentro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de noviembre de 2000