Los socialistas valencianos reivindicaron ayer la forma de hacer política de Ernest Lluch arropados silenciosamente por decenas de cargos políticos e institucionales del resto de partidos y representantes sociales de la Comunidad Valenciana. La ejecutiva del PSPV, que acordó bautizar con el nombre del político fallecido el salón de actos de su nueva sede en Valencia e impulsar la organización de un seminario sobre su figura, convocó una concentración junto al edificio de La Nave de la Universidad de Valencia.Al acto acudieron como ciudadanos todos los principales actores de la política valenciana, con el propio presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, al frente, que evitó voluntariamente tener cualquier protagonismo en los actos organizados por la pérdida de Ernest Lluch.
El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, en su alocución a los reunidos aseguró: "Es imprescindible hacer nuestros los postulados de Lluch. Las nuevas formas y las nuevas maneras de hacer política de las que hablamos constantemente no son tan nuevas porque él ya las practicaba desde hacía años. Por eso lo han asesinado".
Pla dijo: "Ernest Lluch será siempre un referente, un ejemplo a seguir por todos los que creemos, como él creía, que esta sociedad solamente puede progresar si somos capaces de establecer consensos básicos, de levantar los puentes necesarios que unan todas y cada una de las distintas orillas, para hacer posible, en definitiva, una convivencia democrática".
El dirigente de los socialistas valencianos, que enumeró brevemente los méritos de Ernest Lluch como político socialista, sólo se permitió un reproche velado al señalar que habían asesinado al profesor "porque su compromiso hacia sus semejantes le llevó a pedir ese puente que algunos le niegan al nacionalismo vasco, porque era un abanderado de la lucha contra el fascismo y, también, un abanderado contra la violencia terrorista".
El silencio y los abrazos de solidaridad fueron la tónica de la concentración convocada por el PSPV, que sólo media hora más tarde en el acto convocado por la Universidad daría paso a la emoción y a las ovaciones en señal de reconocimiento a un político e intelectual.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de noviembre de 2000