Los funcionarios volvieron ayer a tomar las calles de las principales ciudades españolas en protesta por la decisión del Gobierno de incrementar un 2% los salarios de la función pública para 2001. Los trabajadores se quejan de la pérdida de poder adquisitivo que les supone cobrar un 2% más cuando la inflación ha llegado ya al 4%. Los funcionarios tuvieron ayer una agenda apretada: por la mañana, unos 15.000 delegados sindicales (6.000, según la policía) de Comisiones Obreras, CSIF (el sindicato de los funcionarios) y SUP (Sindicato Unificado de Policía) recorrieron las calles de Madrid. Por la tarde se concentraron en todas las provincias. También las tractoradas han vuelto a la calle en varias comunidades como Cataluña, Valencia y Andalucía para protestar contra el incremento del precio del gasóleo y exigir la creación de un gasóleo profesional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de noviembre de 2000