La monarquía griega fue abolida mediante un referéndum celebrado en 1973. El rey Constantino perdió entonces el apoyo de su pueblo por no condenar el golpe de los coroneles, perpetrado en 1967.Nacido en 1940, Constantino II accedió al trono en 1964, tras la muerte de su padre, Pablo de Grecia. El 21 de abril de 1967, un grupo de coroneles se alzó en armas con el pretexto de combatir una conspiración comunista. Constantino los aceptó. El fracaso de un contragolpe auspiciado por él mismo para acabar con el poder militar, ocho meses después, llevó a Constantino al exilio. La monarquía fue abolida en 1973 por el gobierno de los coroneles y, aunque éste fue derrocado un año después, ya no fue restaurada. El referéndum del 8 de diciembre de 1974, convocado por el nuevo Ejecutivo democrático, confirmó a Grecia como República con casi un 70% de los votos.
En 1994, el Gobierno socialista de Papandreu privó de la nacionalidad griega a Constantino, su esposa y sus hijos, y expropió todas sus pertenencias en el país amparándose en una deuda fiscal. Quedaba así arruinado el deseo del depuesto rey de entregar parte de sus posesiones a cambio de que se le permitiera volver a Grecia. De esa donación negociada se pasó, en efecto, a la expropiación forzosa del palacio de Tatoi y otras posesiones, lo que Constantino interpretó como la respuesta del Gobierno a sus vacaciones por las islas griegas en 1993.
El 29 de febrero de 1996, el Tribunal Supremo griego declaró inconstitucional la ley por la que se confiscaron sus propiedades y aprobó la demanda presentada para que le fueron devueltos los bosques y el palacio de Tatoi, los de Polydendri y el palacio de la isla de Corfú. El 10 de noviembre de 1999, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos admitió a trámite una demanda de rey Constantino de Grecia, su hermana la princesa Irene y su tía, la princesa Caterina, contra el Estado griego por la confiscación de sus bienes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de noviembre de 2000