Es verdad que en ocasiones deja escapar algún exabrupto. Quizá sea porque está harto por lo que a veces se manifiesta con poca fortuna. Seguramente fuimos muchos los admiradores de la profesionalidad de Iñaki Gabilondo que consideramos poco acertado el comentario de Fernando Savater en su última carta al director de este diario. Hasta aquí, de acuerdo, pero ¡lo que es un disparate es tacharle de fanático, vanidoso, engreído...! ¡Establecer un paralelismo entre su mentalidad y la de los asesinos! Señora Carmen Vigo Navarrete [Carta al director titulada Derecho a discrepar, publicada el lunes 20 de noviembre], no perdamos el norte: relea sus libros, sus cientos de artículos, recuerde sus intervenciones y manifestaciones públicas y situemos a cada uno donde le corresponde: a veces, yo tampoco comparto sus comentarios, pero no puedo dejar de agradecerle profundamente lo mucho que me ha hecho pensar.Aunque sólo fuera por este motivo, el señor Savater tendrá todo mi reconocimiento. Hay muchos más: gracias por todo, don Fernando.- Victoria Chicote Simón. Arcos de la Frontera, Cádiz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de noviembre de 2000